Londres Febrero 2007 Parte 2
Nos quedamos en el avión en la primera entrega.
Allí estábamos F., E. y yo sentaditos cual sardinas en lata en el avión, con unas tías insoportables detrás, cuando las nubes empezaron a rodear el avión.
Estábamos bajando amiguitos, atravesando la capa de nubes que momentos antes era una alfombra algodonosa ¿a nuestros pies???
No nos enterábamos casi de nada de lo que decía el comandante ni el auxiliar de vuelo porque debían de hablar un dialecto propio muy cerrado. :P ¿cuela? pero supusimos que tendría algo que ver con abrocharse el cinturón y con el tiempo que hacía en Stansted.
De repente entre todo el parloteo se escucha claramente "technical problems" ahí fue cuando E. se puso más blanco si cabe y le preguntó al auxiliar... naaaaaaaaa no pasaba nada, solo que el aterrizaje se iba a retrasar unos minutos porque había un avión aterrizando por problemas técnicos.
Empezamos a vislumbrar la campiña inglesa, a ver las ciudades jardín que F. y yo tuvimos que estudiar hasta el aburrimiento en Urbanismo 1, nos sorprendimos de los pocos árboles que había en comparación con Galicia, la verdad fue bastante interesante ver como las cuadrículas de terreno se juntaban con las formas irregulares de los pequeños bosques. Las granjas con sus graneros...
Dimos varias vueltas hasta que al final empezó el aterrizaje propiamente dicho, tomamos tierra bastante suavemente según F. y yo, aunque E. no estaba de acuerdo.
Y entonces Ryanair nos agasajó con una ronda de aplausos enlatados y el anuncio de que llevaban creo que 7 meses sin sufrir retrasos "bieeeeeeen que guays somos que bien nos lo pasamoooooos"
Nos bajamos del avión lo más pronto que pudimos, y comprobamos que aunque era otro país, y Ryanair tenía una terminal para ella sola, seguía sin haber medios técnicos para salir del avión a la terminal sin tocar el suelo.
Hacía fresquito allí para ser la hora que era.
Ah! el vuelo duró dos horas, pero con la cosa de que allí es una hora menos como en Canarias, todavía eran las 12:30.
¡Qué largo se hizo el camino hasta el control de viajeros! que si por este pasillo, que si p'arriba, que si ahora por este otro, a la derecha, a la izquierda, ahora p'abajo, arriba otra vez...
Al final llegamos al control, y allí menuda marabunta de gente, la mayoría rubios con pinta de ingleses... y nosotros en el medio, dando la nota, el único que se salvaba era E., pero F., nuestro compi de clase y su amigo (que llevaba barba) y yo, morenos, parecíamos una banda de terroristas allí intentando entrar en el país...
Pasamos el control sin contratiempos y fuimos a buscar las maletas, que llegaron también sin contratiempos. Nos despedimos de ellos, iban a coger un vuelo para Edimburgo, y buscamos la salida y con ella las taquillas para comprar el billete de tren hasta Londres (nos decidimos por el tren ya que tardaba solo 50 minutos y aunque más caro que el bus Terravisión, compensaba).
Primer problema con el idioma, que solventamos bastante fácil y rápidamente.
Una vez comprados los billetes de ida y vuelta nos fuimos hasta la parada del cercanías, y casi ni tuvimos que esperar, a la 1:10 hora local salíamos dirección Londres.
El trayecto estuvo bien, recorrimos campo, pequeñas ciudades industriales, polígonos de naves de todo tipo, vimos caballos con capa, F. nos dijo que los caballos no salvajes son muy delicados y hay que abrigarlos, vacas inglesas y ovejas inglesas también (aunque no tuvimos el gusto de intercambiar opiniones con ellas).
Llegamos a la estación de Liverpool Street más o menos a las 2 y comprobamos que el tren iba petado de españoles (estamos en todas partes).
Una vez allí nos agenciamos unos planos para ver qué lineas íbamos a usar y qué bonos nos serían más convenientes.
Ahí llegó el problema número dos con el idioma (cierto es que el taquillero no era especialmente colaborador).
Acabamos comprando el Oneday travel card para la zona 1 y 2, ya que cada billete simple costaba 2 libras contra las 5.1 (creo) que costaba el bono, y teníamos pensado hacer al menos 3 viajes ese día.
Nos metimos en el metro y nos dirigimos hacia King'sCross Station (sí amiguitos, la de HarryPotter) que era la que más cerca nos quedaba del albergue.
Y por hoy ya es suficiente, que luego se hace muy largo de leer, y además me encantan las historias por entregas.
Allí estábamos F., E. y yo sentaditos cual sardinas en lata en el avión, con unas tías insoportables detrás, cuando las nubes empezaron a rodear el avión.
Estábamos bajando amiguitos, atravesando la capa de nubes que momentos antes era una alfombra algodonosa ¿a nuestros pies???
No nos enterábamos casi de nada de lo que decía el comandante ni el auxiliar de vuelo porque debían de hablar un dialecto propio muy cerrado. :P ¿cuela? pero supusimos que tendría algo que ver con abrocharse el cinturón y con el tiempo que hacía en Stansted.
De repente entre todo el parloteo se escucha claramente "technical problems" ahí fue cuando E. se puso más blanco si cabe y le preguntó al auxiliar... naaaaaaaaa no pasaba nada, solo que el aterrizaje se iba a retrasar unos minutos porque había un avión aterrizando por problemas técnicos.
Empezamos a vislumbrar la campiña inglesa, a ver las ciudades jardín que F. y yo tuvimos que estudiar hasta el aburrimiento en Urbanismo 1, nos sorprendimos de los pocos árboles que había en comparación con Galicia, la verdad fue bastante interesante ver como las cuadrículas de terreno se juntaban con las formas irregulares de los pequeños bosques. Las granjas con sus graneros...
Dimos varias vueltas hasta que al final empezó el aterrizaje propiamente dicho, tomamos tierra bastante suavemente según F. y yo, aunque E. no estaba de acuerdo.
Y entonces Ryanair nos agasajó con una ronda de aplausos enlatados y el anuncio de que llevaban creo que 7 meses sin sufrir retrasos "bieeeeeeen que guays somos que bien nos lo pasamoooooos"
Nos bajamos del avión lo más pronto que pudimos, y comprobamos que aunque era otro país, y Ryanair tenía una terminal para ella sola, seguía sin haber medios técnicos para salir del avión a la terminal sin tocar el suelo.
Hacía fresquito allí para ser la hora que era.
Ah! el vuelo duró dos horas, pero con la cosa de que allí es una hora menos como en Canarias, todavía eran las 12:30.
¡Qué largo se hizo el camino hasta el control de viajeros! que si por este pasillo, que si p'arriba, que si ahora por este otro, a la derecha, a la izquierda, ahora p'abajo, arriba otra vez...
Al final llegamos al control, y allí menuda marabunta de gente, la mayoría rubios con pinta de ingleses... y nosotros en el medio, dando la nota, el único que se salvaba era E., pero F., nuestro compi de clase y su amigo (que llevaba barba) y yo, morenos, parecíamos una banda de terroristas allí intentando entrar en el país...
Pasamos el control sin contratiempos y fuimos a buscar las maletas, que llegaron también sin contratiempos. Nos despedimos de ellos, iban a coger un vuelo para Edimburgo, y buscamos la salida y con ella las taquillas para comprar el billete de tren hasta Londres (nos decidimos por el tren ya que tardaba solo 50 minutos y aunque más caro que el bus Terravisión, compensaba).
Primer problema con el idioma, que solventamos bastante fácil y rápidamente.
Una vez comprados los billetes de ida y vuelta nos fuimos hasta la parada del cercanías, y casi ni tuvimos que esperar, a la 1:10 hora local salíamos dirección Londres.
El trayecto estuvo bien, recorrimos campo, pequeñas ciudades industriales, polígonos de naves de todo tipo, vimos caballos con capa, F. nos dijo que los caballos no salvajes son muy delicados y hay que abrigarlos, vacas inglesas y ovejas inglesas también (aunque no tuvimos el gusto de intercambiar opiniones con ellas).
Llegamos a la estación de Liverpool Street más o menos a las 2 y comprobamos que el tren iba petado de españoles (estamos en todas partes).
Una vez allí nos agenciamos unos planos para ver qué lineas íbamos a usar y qué bonos nos serían más convenientes.
Ahí llegó el problema número dos con el idioma (cierto es que el taquillero no era especialmente colaborador).
Acabamos comprando el Oneday travel card para la zona 1 y 2, ya que cada billete simple costaba 2 libras contra las 5.1 (creo) que costaba el bono, y teníamos pensado hacer al menos 3 viajes ese día.
Nos metimos en el metro y nos dirigimos hacia King'sCross Station (sí amiguitos, la de HarryPotter) que era la que más cerca nos quedaba del albergue.
Y por hoy ya es suficiente, que luego se hace muy largo de leer, y además me encantan las historias por entregas.
8 comentarios:
Ups... me suena... es que he hecho el mismo viaje!Pero ...el tren es mas caro que la sangree!!jaja... los viajes a Londres siempre son los mejores!!
Nosotras de vuelta también tuvimos un vuelo muy "algodonoso"
:)
¿Y la siguiente entrega?
¡Mua!
eeeeeeeeeeeee...
aora nos dejas asin como esperando el sigiente capitulo. jo. amos a por las palomitas i bolbemos
vesisssssss
¡¡La estación 1¾ de Harry Potter!!
Jo, qué guay, todo el mundo se va a Londres... Yo tamién quero! ;-P
Besis :*
Ainsssss hace mucho q no me voy por esos lares, seguro q trabas linguisticas aparte lo pasaste genial
Un besazo y cuenta mujer, q la intriga es mu mala
Comprobando las horas que llevamos relatadas y las que tuvo el viaje, y descontando las de sueño ya que supongo que no los recordarás, estimo que aún quedan como ... ¿9 capítulos?
Jajaja... ¡la única serie que sigo!
:-D Me encanta ver relatos de viajes que no son los míos. Y además estuve en Londres en Marzo, así que tengo recuerdos muy parecidos.
Niña, los billetes de tren los pudísteis haber comprado en el mismo avión. Ryanair los vende más baratos (problemas de idioma, supongo).
ESperando la siguiente entrega!
Lo que más me encanta de viajar en avión es ver los paisajes cuando estas no muy alto. El paisaje inglés es como de cuento, todo en su lugar, todo tan perfecto, excepto esos barrios de casas clonadas que siguen las líneas de los caprichos del urbanista.
Quien se iba a Edinburgh? No me quedó claro. Qué ciudad tan maravillosa. que recuerdos, que de pintas consumidas, qué de frio en julio, por dior.
PD:Britain tambien existe, no sólo de London vive el hombre.
Besos.
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