Los últimos días del año fueron un poco tristes para mí.
Binabik no llegó al 2009, y la verdad me sentí peor de lo que pensaba cuando me lo encontré tan quieto en su jaulita...
Binabik no era muy sociable, pero ¿sabéis? le cogí cariño.
Me hacía reír con sus continuas caídas (lo cierto es que nunca tuvo un equilibrio envidiable), con sus ataques de hiperactividad, por la forma en la que corría en su rueda parándose cada 10 segundos a comprobar si su comida seguía allí, por cómo me miraba cuando le cambiaba la jaula y se daba cuenta de que tenía que colocarla otra vez a su gusto...
Me habría gustado que se hubiese dejado coger (sin guantes de cuero de por medio)... pero la verdad es que no se si me habría hecho tanta gracia siendo más pacífico...
Hay que ver, no creo que llegase a los 50 gramos, y le echo de menos...
Binabik no llegó al 2009, y la verdad me sentí peor de lo que pensaba cuando me lo encontré tan quieto en su jaulita...
Binabik no era muy sociable, pero ¿sabéis? le cogí cariño.
Me hacía reír con sus continuas caídas (lo cierto es que nunca tuvo un equilibrio envidiable), con sus ataques de hiperactividad, por la forma en la que corría en su rueda parándose cada 10 segundos a comprobar si su comida seguía allí, por cómo me miraba cuando le cambiaba la jaula y se daba cuenta de que tenía que colocarla otra vez a su gusto...
Me habría gustado que se hubiese dejado coger (sin guantes de cuero de por medio)... pero la verdad es que no se si me habría hecho tanta gracia siendo más pacífico...
Hay que ver, no creo que llegase a los 50 gramos, y le echo de menos...
Lo siento mucho,siempre es triste perder una mascota,por poco sociable que sea.T.T
ResponderEliminarTendrás que centrar tu cariño mascoteril en Quintín.
A veces las cositas más pequeñas parecen son las que más echamos en falta cuando perdemos... ¿No te parece?
ResponderEliminarÁnimo, y un abrazo fuerte fuerte de 60 (kilos, no gramos)
ti capisco....:'(
ResponderEliminaresos bishillos-compis sean de la especie animal/cuasi-humana que sean tiene la capacidad de llenarnos más que muchos humanoides...
Y como llenan más..cuando se van..el hueco que dejan es el más grande.
Muchos mimitos para ti.
El resto son tópicos.
A pesar de que estos bichicos no están entre mis favoritos (vamos, que no lo tendría en casa), siento mucho su pérdida, Carabiru. Lo del tamaño, en casos como este, no importa. Es increible el cariño que se les puede coger a los animales... aún a los que son más bien poco sociables.
ResponderEliminarMucho ánimo, compañera!
Cuánto lo siento. Perder la compañía de una animalito es siempre un golpe muy duro porque hasta los más ariscos se vuelven imprescindibles. Nosotros teníamos un agapurni que picaba hasta hacerte sangrar, pero era el más gracioso del mundo. Qué lástima, ché.
ResponderEliminarYo lo pase mal cuando murió Pichín, que era un pequeño gorrioncillo. y el día que se muera Anselmochucho me costará una depresión. Yo, de ti, tendría otra. No te hace olvidar a la antigua, pero te lleva a una dinámica de alegría
ResponderEliminarJo. Lo siento mucho, Di :(
ResponderEliminarPor otro lado, te queda el Binabik virtual como homenaje (que tampoco para, el tío).
Muchos besos.
P.D.: Sólo llevo cuatro clases, pero lo odio con todas mis fuerzas ;P
Pobrecico, si es que se les coge mucho cariño...
ResponderEliminarA mí siempre me han afectado mucho la muerte de alguna de mis mascotas, por eso que ahora no tengo ninguna. Bueno, por eso y por mi mujer que no quiere bichos en casa.
ResponderEliminarUn beso
Lo siento guapa
ResponderEliminarsiento lo de tu mascota..
ResponderEliminarahora le puedes recordar virtualmente en tu blog!
Si es que se les coge cariño, aunque yo no sé si lo querría de mascota y mi pareja si aparezco con un binabik me echa! En fin siento que lo eches de menos! Saludos!!
ResponderEliminarJo, lo siento mucho, no habia visto este post!
ResponderEliminarMuchos besitos