Voy a presentaros a alguien:
Bote nº 1, la gente; gente, Bote nº 1.
Ahora os voy a contar la historia de Bote nº 1, que comienza hace algún tiempo.
Hace tres años, cuatro meses y unos días que Bote nº 1 y yo nos conocemos, él había sido olvidado sin piedad por los ocupantes veraniegos del piso que mis compañeras y yo habíamos alquilado para pasar el curso.
El pobre descansaba al fondo de una alacena de cuestionable olor.
Bote nº 1 me cayó bien desde el principio, puede que por su forma, o puede, simplemente que apareciese justo cuando más falta me hacía un bote.
Bote nº 1 fue salvado por mí misma, o sea,
Carabiru, del destino que les espera a todos los envases vítreos de buen corazón, acabar hecho añicos en el fondo de un contenedor verde "solo vidrio".
Desde aquel día de limpieza, nos hicimos amigos. Hubo momentos en los que Bote nº 1 se sintió decepcionado conmigo por saquear su contenido sin piedad, pero logramos superarlo, ya que es excepcionalmente comprensivo.
Hoy, día 22 de enero de 2008, tres años, cuatro meses y unos días después de empezar nuestra relación, Bote nº 1 por fin está lleno.
Esto me lleva a la segunda presentación del día:
Gente, este es Bote nº 2; Bote nº 2, esta es la gente.
Bote nº 2 y yo no tenemos una historia en común tan emocionante como lo es la de Bote nº 1, sin embargo, contenía una muy sabrosa mermelada de Frambuesa, y se da el caso de que esta mermelada de Frambuesa... se ha acabado justo hoy que Bote nº 1 ha llegado a su límite.
Sí, está todavía sucio, pero una vez retirados con agua y jabón los restos de su anterior vida, sé que Bote nº 2 cumplirá a la perfección su cometido...
... solo espero que se llene antes de 3 años, cuatro meses y unos días...
¡¡
Aaaahhhh!!, ¡se me olvidaba! ¿Cuanto
dinerito creéis que hay dentro de Bote nº 1?